La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) informa de que, durante el confinamiento, las personas trans realizaron más del triple de llamadas a la Línea Arcoíris que durante el mismo periodo en 2019, un aumento del 266%. La Línea Arcoíris es un servicio de atención telefónica que FELGTB pone a disposición de la población LGTBI y que estuvo activo durante la fase más dura del Estado de Alarma. Según revela el informe que la entidad publica este jueves sobre la actividad de este servicio, entre el 16 de marzo de 2020 y el 29 de mayo de 2020 (fecha en la que se permitió empezar a salir), se atendieron 119 consultas de personas trans, mientras que, en 2019, la cifra fue de 34.
En este mismo periodo de tiempo, también se incrementaron de manera notable las consultas del conjunto de la población LGTBI, con un aumento del 136%. Aumentaron, especialmente, las llamadas para preguntar sobre el acceso a recursos de ayuda y/o prestaciones (pasaron de 103 a 284), las demandas de atención psicológica, que se multiplicaron por 5 (pasaron de 18 a 92) y la necesidad de asesoramiento jurídico, que se duplicó (de 20 a 46).
Asimismo, también ascendió el número de solicitudes de ayuda relacionadas con conflictos familiares (4 a 19), con insultos, violencias o acoso (8 a 30), con la salida del armario (9 a 33) y con las manifestaciones de odio contra las personas LGTBI (1 a 9), entre otros aspectos.
La presidenta de FELGTB, Uge Sangil, explica que “con el análisis de las atenciones realizadas a través de nuestro servicio de atención telefónica entre marzo y finales de mayo pretendemos reflejar, aunque sea de forma orientativa, el efecto que la situación de confinamiento ha generado sobre la población LGTBI”.
Y es que, tal y como explica Sangil, “estos datos sirven para evidenciar que el confinamiento ha tenido un gran impacto negativo en la población LGTBI ya que ha generado nuevas discriminaciones y situaciones de vulnerabilidad social, económica y emocional mayores que las que el colectivo ya sufría antes de la pandemia”.
En este sentido, defiende que “las discriminaciones que sufrimos día tras día nos hacen más vulnerables ante cualquier crisis”. “Necesitamos con urgencia una legislación que nos sirva de escudo para luchar contra la violencia estructural que sufrimos a diario y que se ampara en la propia legislación española porque, a día de hoy, sigue considerando a las personas más vulnerables de nuestro colectivo, las personas trans, personas enfermas”, reivindica.
“Solo un marco normativo que garantice nuestros derechos humanos y supere legislaciones obsoletas nos dará herramientas para combatir la discriminación laboral, sanitaria y social que sufrimos y el acoso y la violencia que encontramos tanto en la escuela y el trabajo, como en ocasiones, dentro de nuestra propia familia. Las personas LGTBI estábamos desprotegidas antes de la crisis de la Covid-19 y seguimos desprotegidas en la actualidad, pero ahora, además, somos aún más vulnerables”, denuncia la presidenta.