Madrid, a 8 de mayo. – Ante el reciente nombramiento del nuevo Papa, desde la Federación Estatal LGTBI+ queremos trasladar una solicitud clara, confiando en que este nuevo tiempo sea también una oportunidad para avanzar hacia una Iglesia que reconozca y respete la dignidad de todas las personas y, en ese camino, condene de manera expresa las denominadas “terapias de conversión”.
Estas prácticas, que aún hoy se llevan a cabo en distintos países, buscan modificar la orientación sexual o la identidad de género de las personas LGTBI+. Lejos de contar con base científica o médica, han sido señaladas por Naciones Unidas, el Parlamento Europeo y otros organismos internacionales como formas de trato cruel, inhumano o degradante, y su existencia resulta incompatible con los principios más básicos de respeto a los derechos humanos y a la integridad de las personas.
Pese a la condena internacional, las “terapias de conversión” siguen existiendo, en ocasiones con el respaldo o la permisividad de discursos religiosos que perpetúan la idea de que las personas LGTBI+ deben cambiar o ser corregidas. Desde la Federación creemos firmemente que la fe puede y debe estar del lado del respeto , la justicia y la dignidad.
Por ello, instamos al nuevo Pontífice a que contribuya, con sus palabras y su liderazgo, a condenar estas prácticas y a promover una Iglesia donde ninguna persona sea señalada ni rechazada por ser quien es. El nuevo tiempo que se abre es también una oportunidad para tender puentes, generar diálogo y reforzar el compromiso común con la dignidad y los derechos de todas las personas, sin excepción.