Las organizaciones celebran la reciente creación de una subcomisión en el Congreso de los Diputados para abordar los discursos de odio
Las organizaciones que componen el Pacto Social frente a los discursos de odio contra los grupos en situaciones de vulnerabilidad, Federación Estatal LGTBI+, CERMI, Fundación ONCE, CESIDA, El Consejo de la Juventud de España, Red Acoge, CEAR, Hogar Sí, Fundación Secretariado Gitano, CCOO, UGT, Chrysallis, Fundación Triángulo y Oxfam Intermón, han pedido hoy a los partidos políticos que legislen lo antes posible para reducir, limitar y acabar con los discursos de odio contra los grupos en situación de vulnerabilidad.
Las organizaciones firmantes consideran una oportunidad que el Congreso haya creado una subcomisión para abordar la lucha contra los discursos de odio y piden que comience a funcionar cuanto antes, porque la situación que se vive con el aumento de los discursos de odio contra los grupos en situación de vulnerabilidad es cada vez más peligrosa.
En este sentido, han calificado lo sucedido este verano como “un auténtico verano del odio”, en el que la ultraderecha ha multiplicado sus bulos y difusión de discursos de odio, en especial contra las personas migrantes, buscando deliberadamente generar odio para romper la convivencia y la paz social.
La estrategia de la ultraderecha para agitar, señalar y generar violencia está generando un peligroso caldo de cultivo
Las organizaciones firmantes del Pacto alertan de que la estrategia de la ultraderecha para agitar, señalar y generar violencia, está generando un peligroso caldo de cultivo para legitimar la criminalización de determinados colectivos, lo que al final lleva a las agresiones o disturbios, como ha ocurrido recientemente en Reino Unido.
Además, han señalado que los promotores de los discursos de odio están haciendo un uso intensivo de redes sociales como X (antes Twitter) y Telegram para difundirlos, haciéndolos hipervisibiles en detrimento de los discursos que apuestan por la empatía, la convivencia, la moderación y la tolerancia, manipulando a la opinión pública con bots e información falsa, constituyendo un auténtico peligro para nuestra democracia y para la cohesión social.
Por todo ello, las organizaciones exigen la actuación decidida y efectiva del Estado para combatir los discursos de odio y proteger así a los grupos en situación de vulnerabilidad.